No todo sueño viene de Dios.
Así como el trigo y la cizaña crecen juntos, también hay sueños que parecen revelaciones... pero son semillas del enemigo para traer confusión, temor y engaño.
El enemigo siembra mientras dormimos, tal como dijo Jesús:
"Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo..." Mateo 13:25
Hay sueños que inquietan, que te hacen dudar, temer, retroceder o culparte... ¡Eso no viene del Espíritu Santo!
Aprende a discernir:
¿Dios me está hablando o es el enemigo disfrazado?
¿Este sueño me guía o me paraliza?
No todo lo espiritual viene del cielo. Es tiempo de limpiar la tierra de tu alma para que solo crezca lo que Dios plantó.